Aquí me tienen otra vez...

... Escribiendo sobre el matrimonio, sobre el amor, las costumbres y la falta de forma y edad del mismo. No se si es xq se aproxima el día de los enamorados, o como lo llaman aquí en México, el día del amor y la amistad (hicieron una especie de combo, pero ¿q les voy a decir?...¡a mi me gusta celebrar esos dos eventos x separado!, doble fiesta, doble regalo... ¡más amor para repartir!). En fin, el amor, ese tormento tan dulce que nos desesperamos por encontrarlo y cuando lo tenemos no vemos la hora de que se acabe ese tormento taaaaan atormentado (valga la reduncia, pero el amor es así... redundante). Hoy estoy inspirada, sólo me falta el chocolate caliente para acompañar esta tarde tan helada, tan gris como mi abrigo y como dirían por ahí... "taaaaan romántico". Me puse a escribir todo esto mientras chateaba con un colega on line (colega en el rubro del matrimonio... ¿o mejor lo llamo "victima"?), empezamos a hablar que cómo el amor va cambiando, evolucionando, transformando la cotidianeidad en sentimientos, en detalles que quizás en el día a día uno ni se percata pero cuando faltan... aaaayayayayayyyyyy no bastaría canción ranchera ni tequila suficiente para explicar esa sensación de vacío, ese hueco inmenso sin fin, ese... ese.... sí "ese" mismo.... "ese" q no sabemos ni como empezar a describir pero que todos aquellos que hemos amado y perdido alguna vez, sabemos perfectamente como es... "ese" (Sí, me acabo de percatar que "esto" parece anuncio de "it" de eBay... jeje).